Y le saqué provecho.


A la tristeza le saqué provecho,
llenó de dibujos mis agendas,
mis paredes, mi cabeza.
imágenes hechas por ella.

Y entonces ahora viajo,
y no como visita,
si no por  olvidar lo vivido.
por olvidar el olvido,
para ocupar mi cabeza,
llenarla de más recuerdos
para olvidar los que ahora tengo.

Y estaré cerca del recuerdo y del olvido,
y la tristeza tal vez se vaya por la euforia del momento,
por  amor a la esperanza,
por el olvido del recuerdo.

Y tal vez sea tanto el sentimiento,
que mi  mala memoria
le hará un favor al mal recuerdo,
de dejarlo pasar sin pena ni gloria.

Y será tan egoísta que dejará de lado
tantos días soleados de ventanas cerradas por las cortinas,
y de tardes sin apetito.

Y será tan egoísta que cambiará
 mi pecho destruido y agobiado por recuerdos  de risas,
y cómodas dormidas de días pasados,
por alguna sonrisa de consuelo.

Y el sentimiento será tan egoísta,
que cambiará los malos ratos por cervezas extranjeras,
y vestidos para  el  otoño.

Y será tan egoísta
 que volverá a intentar comenzar de nuevo
 esa historia dolorosa.

Y será tan egoísta y ciego,
que intentará conquistar de nuevo a su verdugo,
que no merece tanto recelo.






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